domingo, 10 de octubre de 2010

Variantes que hacen variar

Les cuento que estuve investigando un poco más sobre la historia-problema que estamos analizando. Ahora lo que he hecho fue mirar en la Biblia Hebraica Stugarttensia y también en otras Biblias y comentarios. Al analizar el texto encontré un par de variantes textuales, una al comienzo del versículo que es Haya, esta variante la podemos encontrar en el Sebir. Esta palabra significaría “por hacer”, podríamos decir que cuando estaban por hacer el entierro, vieron bandas armadas y huyeron tirando el cuerpo en la tumba.
La segunda variante que he encontrado es elish, que sería “el hombre”. Esta aparece en la Septuaginta y en el Codex Manuscriptus.
Analizando otros comentarios sobre estos textos, pude notar algunas cosas muy interesantes que enriquecerán nuestro estudio. Lo primero que tenemos que tener en cuenta que las tumbas en esa región no se las excavan en la tierra y se las cubre con la misma tierra. Aquí en esta zona las sepulcros son hechos en las piedras, por lo tanto, cuando estos hombres que van a enterrar a esta persona y ven que se viene una banda armada, abren la primer tumba que tienen a mano. Corren la piedra y tiran el cuerpo allí. Da la casualidad que la tumba en donde lo tiran es la de Eliseo, y este al tocar los huesos del profeta revive. Y aquí vamos a ver otro pensamiento muy interesante de la época. Se creía que cuando un profeta tenía poder, luego de su muerte sus huesos mantenían por un tiempo ese poder. Muchos alegan que el muerto pudo haber revivido de manera natural por causa del golpe que sufrió al ser tirado súbitamente en la tumba o que el frio del sepulcro de Eliseo lo hizo revivir, pero estas son posiciones que son totalmente descartadas.
Aunque parece que ya está solucionado el problema con este último comentario, aun quedan más cosas por descubrir, así que esto no termina aquí. ¡En poco tiempo no estaremos encontrando otra vez! ¡¡¡Hasta pronto!!!
Biblias y comentarios usados. Biblia Hebraica Stugarttensia, The interpreter´s Bible, de Abingdon, Commentary on the old testament, de Eerdmans, The Biblical Ilustrator, de Baker y el programa BibleWorks7.